A veces, una obra de arte no necesita muchos minutos, sino unos cuantos. La vida, la soledad, el egoísmo y el paso del tiempo pueden ser retratados con maestría, como en este corto nominado a los Goyas en 2011. El cortometraje, dirigido por Jorge Muriel, de ascendencia extremeña, y Miguel Romero, retrata una situación tristemente actual en nuestros días y que muchos podréis vivir de cerca en personas cercanas, esas que más nos dieron y nos cuidaron cuando más lo necesitábamos y que no son correspondidas cuando ellas más lo necesitan.
Un día descubrí casualmente un corto que me sorprendió. Además de ser español, la música y el guión me parecieron muy originales. Se titula La dama y la muerte. Espero que os guste
En la entrada anterior, os hablé de Ennio Morricone y de Sergio Leone. Otro ejemplo de esta excelente colaboración músico-director es Érase una ven en América. No la conocía, pero gracias a una persona no cinéfila descubrí esta joya. En ella interviene uno de mis actores favoritos, Robert de Niro, y una jovencísima Jennifer Connelly.
La película trata sobre la amistad y la lealtad entre cinco chicos judíos que viven en el Manhattan de principios del siglo XX y los diferentes caminos por los que te puede llevar la vida. El grupo comienza con pequeños delitos y chantajes hasta convertirse en unos importantes mafiosos durante la Ley Seca.
Es una historia real, con miserias e historias humanas. Su desenlace, el camino que tomaron sus vidas, os dejará boquiabiertos.
Y de una secuencia que se encuentra al principio de la película. Robert de Niro regresa a casa y los recuerdos le inundan. Uno de los más bellos corresponde a su primer (y único) amor. La escena está protagonizada por Jennifer Connelly y es de una gran delicadeza y sensibilidad.
Uno de mis compositores de bandas sonoras favoritos es Ennio Morricone. Lo conocí por primera vez en una película que no me gustó nada, no porque sea mala, sino porque el western no es mi estilo: El bueno, el feo y el malo,del director Sergio Leone. Me llamó la atención la música tan innovadora de la película. Posteriormente me reencontré con ambos, compositor y director en otra gran película, Érase una vez en América, pero esa es otra historia.
Me reencontré con Ennio Morricone en dos películas increíbles: Escarlata y negro, con Gregory Peck en el papel principal interpretando al padre Hugh O´Flaherty destinado en el Vaticano durante la II Guerra Mundial, y Cinema Paradiso, una historia de cine dentro de cine, del director Giuseppe Tornatore.
Esta película es digna de ver: su música, su historia, sus actores, sus detalles,... tiene escenas difíciles de repetir en intensidad. ¿Cuatro? ¿cinco? No recuerdo las veces que he podido verla, pero yo sigo emocionándome con ella. La parte que más me gusta es la del Salvatore niño. Él cree en la magia del cine... Y yo también.
Tiene dos temas impresionantes. Yo os pongo uno de ellos con el que podréis comprobar la calidad de Ennio Morricone, que os sorprenderá.
Como curiosidad, os diré que en youtube se encuentra disponible el final completo de la película, que aunque está en italiano, se entiende perfectamente.
¿Alguien ha creído que los programas más vistos sean los documentales de tve2? ¿Quién no ha visto, aunque fuera sólo durante un minuto, algún programa de cotilleos? Sí, de esos que tanto criticamos pero que “casualmente” son los que tienen más audiencia.
Particularmente el hecho de escuchar voces con el tono elevado me desagrada tremendamente, y el regalar mi tiempo a otros que se enriquecen al criticar a los demás, ya sean ex- o no, me desagrada aún más. Pero... ¿qué pasaría si pudiéramos espiar impunemente a otros? ¿No nos despierta curiosidad el conocer la vida de otros, sus miserias, pasiones y secretos?
Hay una película que descubrí por casualidad ya que un periódico incluía su dvd. Se trata de La vida de los otros, película revelación y ganadora de numerosos premios cinematográficos, entre ellos del BAFTA y del Óscar.
La historia se desarrolla en la antigua RDA, donde la policía secreta (Stasi) ayudaba al gobierno en su control de la población. Al capitán Gerd Wiesler le encargan la tarea de espiar a una pareja formada por un escritor y una actriz. Poco a poco, este hombre solitario y gris, se introduce e involucra en sus vidas hasta puntos que ni él mismo podía imaginar.
Hay películas que, además de ser auténticas obras de arte que no necesitan sexo ni violencia ni tacos, te hacen reflexionar. Una de ellas es La gran prueba, de William Wyler con actores de la talla de Gary Cooper y un jovencísimo Anthony Perkins en el papel de su hijo. La historia trata sobre una familia de cuáqueros y de las situaciones que se les plantean por la Guerra de Secesión americana (los cuáqueros son contrarios al uso de la violencia). Además de la vida diaria, con situaciones cotidianas tratadas con toques de humor, se producen situaciones duras, en las que desde la lejanía seguramente todos afirmaríamos categóricamente que actuaríamos rectamente y manteniéndonos fieles a nuestros principios, pero que cuando realmente sufrimos en nuestra piel, quizás algunos no estaríamos a la altura.
Para algunos es demasiado blanda porque no ahonda en la dureza de la guerra. Yo prefiero quedarme con los pequeños detalles y en las interpretaciones. Para mí es una pequeña historia contada con gran arte.
Cada vez que hay elecciones recuerdo una película protagonizada por Robert Redford en 1972 y que para mí aún tiene vigencia. Se trata de El candidato, dirigida por Michael Ritchie. La película trata sobre la carrera hacia la victoria de un candidato, Robert Redford, a la vez que nos muestra los entresijos de la política, en el que (aparentemente) todo vale. Tiene momentos memorables y yo destacaría la última secuencia, cuando el candidato conoce el resultado de las elecciones y se dirige al que ha sido su asesor con una pregunta muy significativa... y que yo creo que se hacen todos los políticos tras unas elecciones.